miércoles, 26 de mayo de 2010

Semana 12: Desarrollando Su Amistad Con Dios

El ofrece su amistad al íntegro.
Proverbios 332 (NLT)

Acérquense a Dios, y Dios
se acercará a ustedes.
Santiago 48 (NLT)

Usted es el que escoge qué tan íntimo será con Dios.
Como cualquier otra amistad, tiene que esforzarse por desarrollar su amistad con
Dios. No será por casualidad. Requiere deseo, tiempo y energía. Si quiere tener una conexión
más íntima y profunda con Dios, tiene que aprender a compartir sinceramente sus sentimientos
con El, confiar en El cuando El le pida que haga algo, aprender a interesarse en lo que le
interesa, y desear Su amistad más que cualquiera cosa.
Tengo que escoger ser sincero con Dios. El primer ladrillo que tiene que poner para
edificar una relación más profunda con Dios es la sinceridad completa – acerca de sus faltas y
de sus sentimientos. Dios no espera que sea perfecto, pero sí insiste en su sinceridad total.
Ninguno de los amigos de Dios en la Biblia era perfecto. Si la perfección fuese un requisito
para tener amistad con Dios, nunca seríamos capaces de ser Sus amigos. Dichosamente, debido
a la gracia de Dios, Jesús todavía es "el amigo de pecadores." 1
En la Biblia, los amigos de Dios eran sinceros con sus sentimientos, muchas veces quejándose,
dudando, acusando y arguyendo con su Creador. Dios, sin embargo, no parecía ponerse
molesto por esta clase de franqueza. De hecho, El la alentaba.
Dios permitió que Abraham lo cuestionara y lo desafiara en cuanto a la destrucción de
la ciudad de Sodoma. Abraham se puso a fastidiar a Dios sobre lo que sería necesario para
que eximiera a la ciudad, negociando con Dios de cincuenta justos a sólo diez.
Dios también escuchó pacientemente las muchas acusaciones de injusticia, traición y
abandono de David. Dios no mató a Jeremías cuando él declaró que Dios lo había engañado.
Job fue permitido desahogarse de su amargura durante su suplicio, y al final, Dios defendió a
Job por ser sincero, y amonestó a los amigos de Job por no ser auténticos. Dios les dijo, "Ustedes
no han sido sinceros ni conmigo ni acerca de mí – no como mi amigo Job lo ha sido... Mi amigo Job
ahora pedirá por ustedes y aceptaré su oración." 2
Un ejemplo sorprendente de amistad franca,3 fue cuando Dios expresó sinceramente
Su total repudio de la desobediencia de Israel. Le dijo a Moisés que cumpliría Su promesa de
darle a los israelitas la Tierra Prometida, pero ¡El no iba a dar un paso más con ellos en el desierto!
Dios estaba harto, y le dijo a Moisés exactamente cómo se sentía.
Moisés, hablando como un "amigo" de Dios, respondió con igual candor. '"Mira, me
pides que guíe este pueblo pero no me dejas saber a quién mandarás conmigo... Si soy tan especial para
ti, revélame tus planes... No lo olvides, este es TU pueblo, tu responsabilidad... Si tu presencia no nos
guía a partir de este momento, ¡cancela este viaje inmediatamente! ¿De qué otra manera voy a saber
que estás conmigo en esto, conmigo y con tu pueblo? ¿Vas a viajar con nosotros o no?... Dios le dijo a
Moisés, 'Está bien. Haré como dices; también haré esto porque te conozco bien y eres especial para
mí.'" 4
¿Puede Dios tolerar esta clase de sinceridad franca e intensa con usted? ¡Absolutamente!
La amistad genuina se edifica en la transparencia. Lo que puede parecer como osadía, Dios
lo ve como autenticidad. Dios escucha las palabras apasionadas de sus amigos; El se aburre de
las frases piadosas estereotipadas y predecibles. Para ser un amigo de Dios, tiene que ser sincero
con Dios, compartiendo sus verdaderos sentimientos, no lo que piensa que debería de
sentir o de decir.
Es muy posible que necesite confesar algún enojo o resentimiento que sienta contra
Dios si en ciertas áreas de su vida se ha sentido robado o decepcionado. Hasta que maduramos
lo suficiente para entender que Dios usa todo para el bien de nuestras vidas, guardamos
un resentimiento hacia Dios por nuestro físico, nuestro pasado, nuestras oraciones que no
han sido contestadas, nuestras heridas del pasado y otras cosas que cambiaríamos si fuésemos
Dios. Muy a menudo la gente le echa la culpa a Dios por las heridas causadas por otros.
Esto produce lo que William Backus llama "su querella secreta con Dios."
La amargura es el mayor obstáculo a una amistad con Dios: ¿Por qué querría ser amigo
de Dios si él permitió esto? El antídoto, por supuesto, es darse cuenta que Dios siempre actúa
con sus mejores intereses en mente, aún cuando es doloroso y no lo entiende. Pero dejar ir su resentimiento y revelar su sentimiento es el primer paso a la sanación. Así como muchas
personas en la Biblia lo hicieron, dígale a Dios exactamente cómo se siente. 5
Para instruirnos en la sinceridad transparente, Dios nos dio el libro de Salmos – un
manual de adoración lleno de quejas, lamentos, dudas, temores, resentimientos y profundas
pasiones combinado con declaraciones de agradecimiento, alabanza y fe. Toda emoción posible
está catalogada en los Salmos. Cuando lee las confesiones llenas de emoción de David y
de otros, se da cuenta que así es como Dios quiere que usted lo adore – expresando todo lo
que siente. Puede orar como David: "Derramo mis quejas delante de él y le digo todos mis problemas,
porque estoy abrumado." 6
Es alentador saber que todos los amigos íntimos de Dios – Moisés, David, Abraham,
Job y otros – tuvieron que luchar con la duda. Y en lugar de enmascarar sus dudas con frases
piadosas estereotipadas, las expresaron francamente y en público. Expresar la duda es a veces
el primer paso hacia el próximo nivel de intimidad con Dios.
Tengo que escoger obedecer a Dios en fe. Cada vez que confía en la sabiduría de Dios
y hace lo que sea que le pide, aún cuando no lo entienda, profundiza su amistad con Dios.
Normalmente no pensamos que la obediencia es una característica de la amistad; eso está reservado
para los padres o el jefe o para un oficial superior, no para un amigo. Sin embargo,
Jesús lo dijo claro que la obediencia es una condición para ser íntimo con Dios. El dijo, "Son
mis amigos, si hacen lo que les mando." 7
En el capítulo anterior, señalé que la palabra que Jesús usó cuando nos llamó "amigos",
se refería a los "amigos del rey" en una corte real. Aunque estos amigos íntimos tenían privilegios
especiales, estaban, sin embargo, sujetos al rey y tenían que obedecer sus órdenes. Somos
amigos de Dios, pero no somos sus iguales. Él es nuestro amoroso líder y nosotros lo seguimos.
Obedecemos a Dios, no por obligación o por temor o por compulsión, sino porque lo
amamos y confiamos que El sabe qué es lo mejor para nosotros. Queremos seguir a Cristo porque
estamos agradecidos por todo lo que ha hecho por nosotros, y cuanto más de cerca lo seguimos,
más profunda se hace nuestra amistad con él.
A menudo los no creyentes piensan que obedecemos por obligación o por culpa o por
temor al castigo cuando lo opuesto es la realidad. Porque hemos sido perdonados y liberados,
obedecemos por amor -- ¡y nuestra obediencia nos trae un gran gozo! Jesús dijo, "Los he
amado, así como el Padre me ha amado. Permanezcan en mi amor. Cuando me obedecen permanecen en
mi amor, así como yo obedezco a mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que sean
llenos con mi gozo. Sí, el gozo de ustedes rebosará." 8
Note que Jesús tiene la expectación de que hagamos solamente lo que El hizo con el
Padre. La relación con su Padre es el modelo de nuestra relación con El. Jesús hizo todo lo
que el Padre le pidió que hiciera -- por amor.
La verdadera amistad no es pasiva; toma acción. Cuando Jesús nos pide que amemos a
otros, que ayudemos a los necesitados, que mantengamos nuestras vidas limpias y que traigamos
a otros a El, el amor es lo que nos motiva a obedecer inmediatamente.
A menudo somos retados a hacer "grandes cosas" para Dios, cuando en realidad Dios
se complace más cuando hacemos las cosas pequeñas en amorosa obediencia. Puede que
otros no las noten, pero Dios las ve y las considera como actos de adoración.
Puede que las grandes oportunidades vengan una vez en la vida, pero las pequeñas
oportunidades nos rodean día tras día. Aún a través de actos tan simples como decir la verdad,
ser amable y alentar a otros, le ponemos una sonrisa al rostro de Dios. Dios valora simples
actos de obediencia más que nuestras oraciones, alabanzas y ofrendas. La Biblia nos dice,
"¿Qué complace más al Señor: holocaustos y sacrificios o la obediencia a su voz? Es mejor obedecer que
sacrificar." 9
Jesús comenzó su ministerio público a la edad de 30 años cuando fue bautizado por
Juan. En este acontecimiento, Dios dijo desde el cielo: "Este es mi Hijo amado, y estoy totalmente
complacido con él." 10 ¿Qué había estado haciendo Jesús por treinta años que le dio tanto placer
a Dios? La Biblia no dice nada acerca de esos años ocultos excepto por una simple frase en
Lucas 251: "El regresó a Nazaret con ellos, y con ellos vivió obedientemente" (Msg). Treinta años de
complacer a Dios fueron resumidos en dos palabras: ¡"vivió obedientemente"!
Tengo que escoger valorar lo que Dios valora. Esto es lo que los amigos hacen -- se
interesan en lo que es importante para la otra persona. Cuanto más se haga amigo de Dios,
más le interesarán las cosas que a El le interesan, se entristecerá de lo que le entristece y se
regocijará en las cosas que le complacen.
Pablo es el mejor ejemplo de esto. La agenda de Dios era su agenda, y lo que apasionaba
a Dios lo apasionaba a él: "La cosa que más me agita es que me importan mucho -- ¡esta es la
pasión de Dios quemándose dentro de mí!" 11 David sintió lo mismo: "La pasión por tu casa quema
dentro de mí, de tal manera que aquellos que te insultan me insultan a mí." 12
¿Qué es lo que más le importa a Dios? La redención de Su pueblo. ¡El quiere que todos
los hijos perdidos sean encontrados! Esa es la mera razón por la que Jesús vino a la tierra. Lo
más querido por el corazón de Dios es la muerte de su Hijo. La segunda cosa más querida
por el corazón de Dios es que sus hijos compartan esta información con otros. Para ser un
amigo de Dios, tiene que importarle todas las personas a su alrededor que le importan a Dios.
Los amigos de Dios le hablan a sus amigos acerca de Dios.
Tengo que desear la amistad con Dios más que cualquier cosa. Los salmos están llenos
de ejemplos de este deseo. David deseaba apasionadamente conocer a Dios por encima
de cualquier cosa; él usó palabras como deseo, anhelo, sed, hambre. El tenía un deseo intenso de
Dios. El dijo, "La cosa que más busco es el privilegio de meditar en su templo, vivir en su presencia todos los días de mi vida, deleitándome en sus perfecciones incomparables y en su gloria." 13 En otro
salmo dijo, "Para mí, tu amor significa más que la vida." 14
La pasión de Jacob por obtener la bendición de Dios para su vida era tan intensa que
luchó con Dios en el suelo toda una noche diciendo, "No te dejaré ir a menos que me bendigas." 15
La parte increíble de esa historia es que Dios, que es el Todopoderoso, ¡dejó que Jacob ganara!
Dios no se ofende cuando "luchamos" con El, porque la lucha requiere contacto personal ¡y
nos trae cerca de El! La lucha también es una actividad apasionada y a Dios le agrada cuando
somos apasionados con El.
Pablo fue otro hombre apasionado por la amistad con Dios. Nada le importaba más,
era su primera prioridad, su concentración total y la máxima meta de su vida. Esta es la razón
por la que Dios usó a Pablo de una gran manera. Una traducción expresa así la fuerza total de
la pasión de Pablo: "Mi determinado propósito es que lo conozca – que pueda progresivamente llegar
a estar relacionado con él más profunda e íntimamente, percibiendo y reconociendo y entendiendo las
maravillas de su Persona más fuertemente y más claramente." 16
La verdad es que usted es el que escoge qué tan íntimo será con Dios. La amistad íntima
con Dios es una escogencia, no es una casualidad. Tiene que buscarla intencionalmente. ¿De
veras la quiere – más que cualquier cosa? ¿Qué valor tiene para usted? ¿Vale tanto como para
dejar otras cosas? ¿Vale la pena el esfuerzo de desarrollar los hábitos y las habilidades que se
necesitan?
Puede que se haya sentido apasionado por Dios en el pasado pero ha perdido ese deseo.
Ese era el problema de los cristianos en Efeso – habían abandonado su primer amor.
Hicieron todo lo correcto, pero por obligación, no por amor. Si ha estado haciendo las cosas
sin ganas espiritualmente, no se sorprenda cuando Dios permita que el dolor entre en su vida.
El dolor es el combustible de la pasión – nos da la energía para cambiar, con una intensidad
que normalmente no poseemos. C.S. Lewis dijo, "El dolor es el megáfono de Dios."
Es lo que Dios usa para sacarnos del letargo espiritual. Sus problemas no son un castigo; son
las llamadas de un Dios amoroso a que se despierte. Dios no está enojado con usted; El está
enloquecido por usted, y El hará cualquier cosa para hacerlo que vuelva a tener comunión con
El. Pero hay una manera más fácil para volver a encender su pasión por Dios: empiece a pedirle
a Dios que se la dé, y siga pidiéndola hasta que la tenga. Ore esto durante el día: "Amado
Jesús, más que nada, quiero conocerte íntimamente." Dios dijo a los cautivos en Babilonia:
"Cuando se pongan serios acerca de encontrarme y lo quieran más que cualquier cosa, me aseguraré
que no sean decepcionados." 17
No hay nada – absolutamente nada – más importante que desarrollar su amistad con
Dios. Es una relación que durará para siempre. Pablo dijo a Timoteo, "Algunas de estas personas
se han perdido de la cosa más importante de la vida – no conocen a Dios." 18 ¿Se ha estado perdiendo de la cosa más importante de la vida? Puede hacer algo acerca de esto comenzando
hoy. Recuerde, es su escogencia. Usted es el que escoge qué tan íntimo será con Dios.
Día Doce
Pensando En Mi Propósito
Un Punto Para Reflexionar: Yo soy el que escoge qué tan íntimo seré con Dios.
Un Versículo Para Recordar: "Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes." Santiago 48a
(NLT)
Una Pregunta Para Considerar: ¿Qué decisiones prácticas tomaré hoy para crecer en mi intimidad
con Dios?

Notas
1. Mateo 11: 19.
2. Job 42: 7b (Msg).
3. Éxodo 33: 1-17.
4. Éxodo 33: 12-17 (Msg).
5. Considere Job (Job 7: 17-21),
Asaf (Salmo 83: 13),
Jeremías (Jeremías 20: 7),
Noemí (Rut 1: 20).
6. Salmo 142: 2-3a (NLT).
7. Juan 15: 14 (NIV).
8. Juan 15: 9-11 (NLT).
9. 1 Samuel 15: 22 (NCV).
10. Mateo 3: 17 (NLT).
11. 2 Corintios 11: 2 (Msg).
12. Salmo 69: 9 (NLT).
13. Salmo 27: 4 (LB).
14. Salmo 63: 3 (CEV).
15. Génesis 32: 26 (NIV).
16. Filipenses 3: 10 (Amp).
17. Jeremías 29: 13 (Msg).
18. 1 Timoteo 6: 21a (LB).

viernes, 14 de mayo de 2010

Semana 11: Haciéndome Un Mejor Amigo de Dios

Ya que fuimos restaurados a la amistad con Dios
por medio de la muerte de Cristo cuando todavía éramos
sus enemigos, ciertamente seremos liberados
del castigo eterno por medio de su vida.
Romanos 510 (NLT)


Dios quiere ser su mejor amigo.
Su relación con Dios tiene muchos aspectos: Dios es su Creador y Hacedor, Señor y
Amo, Juez, Redentor, Padre, Salvador y mucho más. 1 Pero la verdad más asombrosa es ésta:
¡el Dios Todopoderoso anhela ser su Amigo!
En el Edén vemos la relación ideal de Dios con nosotros: Adán y Eva disfrutaban de
una amistad íntima con Dios. No habían rituales, ceremonias o religión – sólo una simple relación
amorosa entre Dios y las personas que creó. Sin el obstáculo de la culpa o del temor,
Adán y Eva se deleitaban en Dios y Dios se deleitaba en ellos.
Fuimos hechos para vivir continuamente en la presencia de Dios, pero después de la
Caída, esta relación ideal se perdió. Sólo unas cuantas personas en los tiempos del Antiguo
Testamento tuvieron el privilegio de tener amistad con Dios. Moisés y Abraham fueron llamados
"amigos de Dios," David fue llamado "un hombre conforme al corazón de Dios" y Job,
Enoc y Noé tuvieron amistades íntimas con Dios. 2 Pero el temor de Dios, no la amistad, era
más común en el Antiguo Testamento.
Pero después, Jesús cambió la situación. Cuando él pagó por nuestros pecados en la
cruz, el velo en el templo, que simbolizaba nuestra separación de Dios, fue partido desde
arriba hasta abajo, para indicar que el acceso directo a Dios estaba otra vez disponible.
A diferencia de los sacerdotes del Antiguo Testamento que tenían que pasar horas
preparándose para reunirse con El, ahora nosotros podemos acercarnos a Dios en cualquier
momento. La Biblia dice, "Ahora podemos regocijarnos en nuestra maravillosa nueva relación con
Dios – todo por lo que nuestro Señor Jesucristo ha hecho por nosotros para hacernos amigos de Dios." 3
La amistad con Dios es posible solamente debido a la gracia de Dios y al sacrificio de
Jesús. "Todo esto es hecho por Dios, quien a través de Cristo nos cambió de enemigos a sus amigos." 4
Un viejo himno dice, "Qué amigo que tenemos en Jesús," pero en realidad, Dios nos invita a
disfrutar de la amistad y la comunión de las tres personas de la Trinidad: nuestro Padre, 5 el
Hijo, 6 y el Espíritu Santo. 7
Jesús dijo, "Ya no los llamo siervos, porque un siervo no sabe de los asuntos de su amo. Mejor
que eso, los he llamado amigos, porque todo lo que aprendí de mi Padre se los he dado a conocer a ustedes."
8 La palabra para "amigos" de este versículo no se refiere a una relación casual sino que a
una relación íntima y de confianza. La misma palabra es usada para referirse al padrino de
una boda y al círculo más cercano de amigos íntimos y confiados de un rey. En las cortes reales,
los siervos tienen que mantener su distancia del rey, pero los amigos confiados del círculo
más cercano disfrutan del contacto cercano, del acceso directo y de información confidencial.
Que Dios quiera que yo sea uno de sus amigos íntimos es difícil de entender, pero la
Biblia dice, "El es un Dios apasionado por su relación con ustedes." 10
Dios desea profundamente que lo conozcamos íntimamente. De hecho, El planeó el
universo y dirigió la historia, incluyendo los detalles de nuestras vidas, para que pudiéramos
llegar a ser Sus amigos. La Biblia dice, "El hizo toda la raza humana e hizo la tierra habitable, dándonos
suficiente tiempo y espacio para vivir para que pudiéramos buscar a Dios y no sólo andar a tientas
en la oscuridad sino realmente encontrarlo." 11
Conocer y amar a Dios es nuestro mayor privilegio y ser conocido y amado por Dios
es el mayor placer de Dios. Dios dice, "Si alguien quiere gloriarse, debería de gloriarse en que me
conoce y me entiende... Estas son las cosas que me complacen." 12
Es difícil imaginarse cómo es posible la amistad íntima entre un Dios omnipotente, invisible
y perfecto, y un ser humano finito y pecaminoso. Es más fácil entender la relación
Amo-siervo, Creador-criatura, e incluso la de Padre-hijo. Pero, ¿qué significa que Dios quiere
que sea su amigo? Al ver en la Biblia las vidas de los amigos de Dios, aprendemos seis secretos
de la amistad con Dios. Veremos dos secretos en este capítulo y cuatro más en el próximo.
Haciéndose Un Mejor Amigo De Dios
A través de la conversación constante. Nunca tendrá una relación íntima con Dios si
sólo asiste a la iglesia una vez por semana o incluso si tiene un tiempo devocional diario. La
amistad con Dios crece cuando comparte todas las experiencias de su vida con El.
Por supuesto, es importante establecer el hábito de tener un tiempo devocional diario
con Dios, 13 pero El quiere ser más que una cita en su agenda. El quiere ser incluido en cada
actividad, cada conversación, cada problema e incluso en cada pensamiento. Usted puede tener
con El una conversación continua y sobre cualquier tema todo el día, hablándole acerca
de lo que está haciendo o pensando en ese momento. "Oren sin cesar" 14 significa conversar con
Dios mientras hace sus compras, o maneja, o cuando está llevando a cabo cualquier tarea cotidiana.
Un malentendido muy común es que "pasar tiempo con Dios" significa estar a solas con
El. Claro, tal como lo modeló Jesús, necesita pasar tiempo a solas con Dios, pero eso es sólo
una fracción de las horas que pasa despierto. Todo lo que hace puede ser "pasar tiempo con
Dios" si El es invitado a ser parte de ello y usted se mantiene consciente de Su presencia.
El libro clásico para aprender cómo desarrollar una conversación constante con Dios
es Practicando la Presencia de Dios. Fue escrito en el siglo diecisiete por el Hermano Lawrence,
un humilde cocinero de un monasterio francés. El Hermano Lawrence fue capaz de convertir
aún los quehaceres más comunes e insignificantes, como preparar comidas y lavar trastes, en
actos de alabanza y de comunión con Dios. El dijo que la clave de la amistad con Dios no es
cambiar lo que hace sino cambiar su actitud hacia lo que hace. Lo que normalmente hace para
usted mismo, lo comienza a hacer para Dios, ya sea comer, bañarse, trabajar, relajarse o sacar
la basura.
Hoy en día, a menudo sentimos que tenemos que "escaparnos" de nuestra rutina diaria
para poder adorar a Dios, pero eso es sólo porque no hemos aprendido a practicar Su presencia
a todas horas. El Hermano Lawrence lo encontró fácil adorar a Dios a través de las tareas
cotidianas de la vida; no tenía que irse a ningún retiro espiritual especial.
Este es el ideal de Dios. En Edén, la adoración no era un evento al que se asistía sino
una actitud perpetua; Adán y Eva estaban en constante comunión con Dios. Porque Dios está
con usted todo el tiempo, ningún lugar es más cercano a Dios que donde está en este momento.
La Biblia dice, "El gobierna todo y está en todos lados y está en todo." 15
Otra de las ideas útiles del Hermano Lawrence es orar oraciones conversacionales cortas
continuamente durante el día, en vez de tratar de tener sesiones largas de oraciones complejas.
Para mantener la concentración y neutralizar los pensamientos que distraen, él dijo,
"No te aconsejo que uses en la oración una gran multiplicidad de palabras, ya que grandes
discursos son a menudo ocasiones para distraerte." 16 En una era de déficit de atención, este
consejo de hace 450 años de mantener la oración simple parece ser particularmente relevante.
La Biblia nos dice, "Oren todo el tiempo." 17 ¿Cómo es posible hacer esto? Una manera es
usar "oraciones de un solo respiro" durante el día, como muchos cristianos lo han hecho por
siglos. Escoja una oración breve o una frase simple que puede ser repetida en un solo respiro:
"Estás conmigo." "Recibo tu gracia." "Estoy dependiendo en ti." "Quiero conocerte." "Soy tuyo."
"Ayúdame a confiar en ti." También puede usar frases cortas de las Escrituras: "Para mí,
vivir es Cristo." "Nunca me abandonarás." "Eres mi Dios." Ore de esta manera lo más seguido
posible para que este hábito tome raíces en su corazón. Sólo tenga claro que su motivación es
honrar a Dios, no controlarlo.
Practicar la presencia de Dios es una habilidad, es un hábito que usted puede desarrollar.
Así como los músicos practican sus notas musicales cada día para poder tocar música bella
con facilidad, así usted tiene que forzarse a pensar en Dios en diferentes momentos del
día. Tiene que entrenar su mente a que se acuerde de Dios.
Al principio necesitará inventarse modos que le recuerden regresar frecuentemente los
pensamientos de su consciente a la realidad que Dios está con usted en ese momento. Puede
que se haga notitas que dicen, "¡Dios está conmigo. Dios está de mi lado en este momento!" Los
monjes benedictinos usaban las campanas de las horas del reloj, para recordarse que tomaran
una pausa y que oraran "la oración de la hora." Si tiene un reloj o un teléfono celular con
alarma, podría hacer lo mismo. Algunas veces percibirá la presencia de Dios, otras veces no.
Si está buscando una experiencia de Su presencia a través de todo esto, no entendió su
propósito. No alabamos a Dios para que nos sintamos bien sino para hacer el bien. Su meta no
es un sentimiento sino estar constantemente consciente de la realidad que Dios está siempre
presente. Este es un estilo de vida de adoración.
A través de la constante meditación. Una segunda manera de establecer una amistad
con Dios es pensar en Su Palabra durante el día. Esto se llama meditación, y la Biblia repetidamente
nos insta a que meditemos en quién es Dios, qué ha hecho y qué es lo que ha dicho.
18
Es imposible ser un amigo de Dios sin saber lo que El dice. No puede amar a Dios a menos
que lo conozca, y no puede conocerle sin saber Su Palabra. La Biblia dice que Dios "mismo
se reveló a Samuel a través de su palabra." 19 Hoy en día, Dios todavía usa este método.
Aunque no puede pasarse todo el día estudiando la Biblia, puede pensar en ella durante
el día, recordando versículos que ha leído o que se ha memorizado, reflexionando en ellos
en su mente.
La meditación es a menudo mal entendida como un rito difícil y misterioso, practicado
solamente por monjes y místicos aislados. Pero la meditación es simplemente pensar concentradamente
– una habilidad que cualquiera puede aprender y usar en cualquier parte.
Cuando piensa en un problema repetidamente en su mente, eso se llama preocupación.
Cuando piensa en la Palabra de Dios repetidamente en su mente, eso es la meditación.
Si sabe cómo preocuparse ¡ya sabe cómo meditar! Sólo necesita cambiar su atención, de los
problemas a los versículos de la Biblia. Cuanto más medite en la Palabra de Dios, menos tendrá
de qué preocuparse.
La razón por la que Dios consideró a Job y a David amigos íntimos, era porque ellos
consideraban Su Palabra más valiosa que cualquier otra cosa, y pensaban en ella continuamente
durante el día. Job admitió, "He atesorado las palabras de su boca más que mi pan diario." 20
David dijo, "¡Oh, cómo amo tu ley! En ella medito todo el día." 21 "Están constantemente en mis pensamientos.
No puedo dejar de pensar en ellos." 22
Los amigos se comparten secretos, y Dios compartirá sus secretos con usted si desarrolla
el hábito de pensar en Su Palabra durante el día. Dios le dijo a Abraham sus secretos, y él
hizo lo mismo con Daniel, Pablo, los discípulos y otros amigos. 23
Cuando lea su Biblia o escuche un sermón o escuche un cassette, no se quede sin hacer
nada. Desarrolle la práctica de repasar la verdad en su mente, pensando en ella constantemente.
Cuanto más tiempo pase repasando lo que Dios ha dicho, más entenderá "los secretos"
de esta vida que a la mayoría de la gente se le pasan por inadvertidos. La Biblia dice, "La
amistad con Dios está reservada para aquellos que le dan reverencia. El comparte solamente con ellos
los secretos de sus promesas." 24
En el próximo capítulo veremos cuatro secretos más que le ayudarán a cultivar una
amistad con Dios, pero no espere hasta mañana. Empiece hoy a practicar la conversación
constante con Dios y la meditación continua de Su Palabra. La oración le permite hablar con
Dios; la meditación le permite a Dios hablar con usted. Ambos son esenciales para convertirse
en un amigo de Dios.


Día Once
Pensando En Mi Propósito
Un Punto Para Reflexionar: Dios quiere ser mi mejor amigo.
Un Versículo Para Recordar: "La amistad con Dios está reservada para aquellos que le dan reverencia."
Salmo 2514a (LB)
Una Pregunta Para Considerar: ¿Qué puedo hacer para que me acuerde de pensar en Dios y hablarle más seguido durante el día?


Notas
1. Salmo 95: 6; 136: 3; Juan 13: 13; Judas 1: 4; 1 Juan 3: 1 Isaías
33: 22; 47: 4; Salmo 89: 26.
2. Exodo 33: 11, 17; 2 Crónicas 20: 7; Isaías 41: 8; Santiago 2: 23;
Hechos 13: 22; Génesis 6: 8; 5: 22 (NLT); Job 29: 4.
3. Romanos 5: 11 (NLT).
4. 2 Corintios 5: 18a (TEV).
5. 1 Juan 1: 3. (NLT).
6. 1 Corintios 1: 9.
7. 2 Corintios 14: 14.
8. Juan 15: 15 (NIV).
9. Juan 3: 29.
10. Exodo 34: 14 (NLT).
11. Hechos 17: 26-27 (Msg).
12. Jeremías 9:24 (TEV).
13. Vea "Cómo Tener un Tiempo Devocional Significativo" en
Métodos de Estudio Bíblico Personal, Apéndice A, Rick Warren
2005. disponible en www.purposedriven.com
14. 1 Tesalonicenses 5: 17.
15. Efesios 4: 6b (NCV).
16. Brother Lawrence, The Practice of the Presence of God (Grand
Rapids: Revell/Spire Books, 1967), Eigth Letter [Hermano
Lawrence, La Práctica De la Presencia de Dios, Octava Carta].
17. 1 Tesalonicenses 5: 17 (Msg).
18. Salmo 23: 4; 143: 5; 145: 5; Josué 1: 8; Salmo 1: 2.
19. 1 Samuel 3: 21.
20. Job 23: 12 (NIV).
21. Salmo 119: 97 (NIV).
22. Salmo 77: 12 (NLT).
23. Génesis 18: 17; Daniel 2: 19; 1 Corintios 2: 7- 10.
24. Salmo 25: 14 (LB).

miércoles, 5 de mayo de 2010

Semana 10: El Corazón De La Adoración

Entréguense a Dios...
entreguen todo su ser a él
para ser usados
para sus rectos propósitos.
Romanos 613 (TEV)


El corazón de la adoración es entregarse.
Entregarse no es una palabra muy popular; es tan desdeñada como la palabra sumisión.
Implica perder, y nadie quiere ser un perdedor. Entregarse trae a la mente imágenes amargas
de admitir la derrota en la batalla, de perder un juego o de darse por vencido a un oponente
más fuerte. La palabra casi siempre es usada en un contexto negativo. Los criminales capturados
se entregan a las autoridades.
En una cultura competitiva como la nuestra, se nos enseña que nunca nos demos por
vencidos y que nunca cedamos a nada – y, por lo tanto, no oímos mucho acerca de entregarse.
Si ganar es todo, entonces entregarse es inconcebible. Preferimos hablar de ganar, de tener
éxito, de vencer y de conquistar que de ceder, de sumisión, de obedecer y de entregarse. Pero
entregarse a Dios es el corazón de la adoración. Es la respuesta natural al maravilloso amor y
a la maravillosa misericordia de Dios. Nos entregamos a El, no por temor o por obligación,
sino por amor, "porque él nos amó primero." 1
Pablo, después de pasarse once capítulos en el libro de Romanos explicando la increíble
gracia de Dios para con nosotros, nos insta a que entreguemos totalmente nuestras vidas
a Dios en adoración: "Por lo tanto, mis amigos, debido a la gran misericordia de Dios para con nosotros...
ofrézcanse ustedes como sacrificio vivo a Dios, dedicado a su servicio y agradable a él. Esta es la
verdadera adoración que deberían de ofrecer." 2
La verdadera adoración -- darle placer a Dios -- ocurre cuando usted se da completamente
a Dios. Note que en el versículo anterior el primer verbo y el último tienen la misma
raíz: ofrenda.
La adoración consiste en ofrecerse a Dios.
Este acto de entrega personal es llamado muchas cosas: consagración, hacer a Jesús su
Señor, tomar su cruz, morir a uno mismo, entregarse al Espíritu. No importa cómo lo llame,
lo importante es que lo haga. Dios quiere su vida – la quiere en su totalidad. Noventa y cinco
por ciento no es suficiente.
Existen tres barreras que impedirán que nos entreguemos totalmente a Dios: el temor,
el orgullo y la confusión. Esto es porque no nos damos cuenta de cuánto Dios nos ama, queremos
controlar nuestras vidas y mal interpretamos lo que significa entregarse.
¿Puedo confiar en Dios? La confianza es un ingrediente esencial de entregarse. No se
entregará a Dios a menos que confíe en El, pero no puede confiar en El sino hasta que lo conozca
mejor. El temor nos detiene de entregarnos pero el amor echa fuera el temor. Cuanto más
comprenda cuánto Dios lo ama, más fácil se hace entregarse.
¿Cómo sabe que Dios lo ama? El le ha dado muchas evidencias: Dios dice que lo ama; 3
El nunca le quita los ojos; 4 a El le interesa cada detalle de su vida; 5 El le dio la capacidad para
disfrutar de toda clase de placeres; 6 El tiene buenos planes para su vida; 7 El lo perdona; 8
y El es amorosamente paciente con usted. 9 Dios lo ama infinitamente más de lo que se puede
imaginar.
La máxima expresión de esto es el sacrificio del Hijo de Dios por usted. "Dios prueba su
amor por nosotros en que mientras éramos pecadores, Cristo murió por nosotros." 10 Si quiere saber
cuánto le importa usted a Dios, mire a Cristo con sus brazos extendidos sobre la cruz, diciendo
"¡Así de tanto es que te amo! Prefiero morir que vivir sin ti."
Dios no es un cruel capataz de esclavos o un déspota que usa la fuerza bruta para
coercernos a que nos sometamos. El no trata de subyugar nuestra voluntad sino que nos corteja
para que podamos ofrecernos a El libremente. Dios es un amante y un liberador y entregarnos
a El nos trae libertad, no la esclavitud. Cuando nos entregamos totalmente a Jesús,
descubrimos que El no es un tirano sino un salvador; no es un jefe sino un hermano; no es un
dictador sino un amigo.
Admitiendo nuestras limitaciones. La segunda barrera que impide nuestra entrega
total es nuestro orgullo. No queremos admitir que sólo somos criaturas y que no estamos en
control de todo. Es la tentación más antigua: "Serás como Dios." 11 El deseo de estar en total
control es la causa de la mayor parte de nuestro estrés. La vida es una lucha, pero lo que la
mayoría de las personas no se dan cuenta es que, como Jacob, en realidad ¡estamos luchando
contra Dios! Queremos ser Dios y de ninguna manera vamos a ganar esa pelea.
A.W. Tozer dijo, "La razón por la que muchos todavía están preocupados, todavía andan
buscando y todavía no hacen mucho progreso es porque no han llegado al fin de sí mismos.
Todavía estamos tratando de dar órdenes e interferimos con la obra de Dios dentro de
nosotros."
No somos Dios y nunca lo seremos. Somos humanos. Es cuando tratamos de ser Dios
que acabamos siendo más como Satanás, que deseó la misma cosa.
Aceptamos nuestra humanidad intelectualmente pero no emocionalmente. Cuando
nos enfrentamos con nuestras limitaciones, reaccionamos con irritación, con enojo y con resentimiento.
Queremos ser más altos (o más bajos), más inteligentes, más fuertes, más talentosos,
más bellos y más pudientes. Queremos tenerlo todo y hacerlo todo y nos irritamos
cuando esto no ocurre. Y entonces cuando notamos que Dios le dio a otros características que
no tenemos, respondemos con envidia, celos y autocompasión.
Lo que significa entregarse. Entregarse a Dios no es resignarse pasivamente, no es fatalismo,
y no es una excusa para ser perezoso. Tampoco es aceptar el status quo. Puede significar
exactamente lo opuesto: sacrificar su vida o sufrir para cambiar lo que necesita ser cambiado.
A menudo Dios llama a los que se han entregado, a que hagan batalla por El. Entregarse
no es para los cobardes o los inseguros. Tampoco significa dejar de pensar racionalmente.
¡Dios no va a desperdiciar la mente que le dio! Dios no quiere ser servido por robots.
Entregarse no es reprimir su personalidad. Dios quiere usar su personalidad única. En
lugar de ser disminuida, entregarse la expande. C. S. Lewis observó, "Cuanto más dejamos
que Dios tome las riendas de nuestras vidas, más nos convertimos en nosotros mismos – porque
El nos hizo. El inventó todas las diferentes personas que usted y yo estamos supuestas a
ser... cuando me vuelvo a Cristo, cuando me entrego a Su personalidad, es cuando por primera
vez empiezo a tener mi propia verdadera personalidad."
La mejor demostración de la entrega es la obediencia. Usted dice "Sí, Señor" a cualquier
cosa que le pida hacer. Decir "No, Señor" es decir una contradicción. No puede llamar a
Jesús su Señor, si rehúsa obedecerle. Después de una noche de pesca sin éxito, Pedro modeló
la entrega cuando Jesús le dijo que lo intentara de nuevo: "Maestro, hemos trabajado duro toda la
noche y no hemos pescado nada. Pero porque tú lo dices, echaré las redes." 12 Las personas entregadas
obedecen la palabra de Dios, aún cuando no tiene sentido.
Otro aspecto de una vida totalmente entregada es la confianza. Abraham siguió la guía
de Dios sin saber dónde iría. Ana esperó por el tiempo perfecto sin saber cuándo. María esperó
un milagro sin saber cómo. José confió en el propósito de Dios sin saber porqué las circunstancias
ocurrieron como ocurrieron. Cada una de estas personas estaba totalmente entregada a
Dios.
Usted sabe que está entregado a Dios cuando está dependiendo en Dios que resuelva
las cosas, en lugar de tratar de manipular a otros, de forzar su agenda y de controlar la situación. Usted suelta las riendas y deja que Dios haga su obra. No tiene que estar siempre "en
control." La Biblia dice, "Entrégate al Señor y espera pacientemente por él." 13 En lugar de esforzarse
más, confía más. También sabe que se ha entregado cuando no reacciona a la crítica y
no se apresura a defenderse. Los corazones entregados se manifiestan mejor en las relaciones.
Cuando se ha entregado no trata de tomarle la delantera a otros, no demanda sus derechos y
no es egoísta.
El área más difícil de entregar para muchas personas es su dinero. Muchos han pensado,
"Quiero vivir para Dios pero también quiero ganar suficiente para vivir cómodo y jubilarme
algún día." La jubilación no es la meta de una vida entregada porque le hace la competencia
a Dios por la atención central de nuestras vidas. Jesús dijo, "No puedes servir a los dos, a
Dios y al dinero" 14 y "Donde esté tu tesoro, tu corazón estará allí también." 15
El ejemplo supremo de la entrega es Jesús. En la noche antes de su crucifixión, Jesús se
entregó a sí mismo al plan de Dios. El oró, "Padre, todo es posible para ti. Por favor, aleja esta copa
de mí. Sin embargo, quiero hacer tu voluntad, no la mía." 16
Jesús no oró, "Dios, si eres capaz de apartar este dolor, por favor que así sea." ¡El ya
había afirmado que Dios puede hacer cualquier cosa! Al contrario, él oró, "Dios, si es lo mejor
para ti remover éste sufrimiento, que así sea. Pero si cumple tu propósito eso es lo que quiero
también."
La entrega genuina dice, "Padre, si este problema, este dolor, esta enfermedad o esta
circunstancia es necesaria para cumplir tu propósito y gloria en mi vida o en la de otro, por
favor no la quites." No se llega a este nivel de madurez fácilmente. En el caso de Jesús, El
agonizó tanto por el plan de Dios, que sudó gotas de sangre. La entrega es un trabajo duro.
En nuestro caso, es una batalla intensa contra nuestra naturaleza egocentrista.
La bendición de la entrega. La Biblia es muy clara sobre los beneficios que se reciben
cuando entrega su vida totalmente a Dios. Primero, experimenta paz: "¡Deja de pelear con
Dios! Si estás de acuerdo con él, tendrás por fin la paz y las cosas te irán bien." 17 Después experimenta
libertad: "Ofrézcanse a los caminos de Dios y la libertad nunca cesa... ¡[sus] mandamientos te
liberan para vivir abiertamente en su libertad!" 18 Tercero, experimenta el poder de Dios en su vida.
Tentaciones persistentes y problemas abrumadores pueden ser derrotados por Cristo
cuando se los damos a El.
Cuando Josué se aproximaba a la mayor batalla de su vida, 19 tuvo un encuentro con
Dios, cayó en adoración ante El y entregó sus planes. Esa entrega lo condujo a una victoria
grandiosa en Jericó. Esta es la paradoja: la victoria viene a través de la entrega. Entregarse no
lo debilita; lo fortalece. Cuando está entregado a Dios, no tiene que temer o entregarse a nada.
William Booth, el fundador del Salvation Army (El Ejército de Salvación), dijo, "La grandeza
del poder de un hombre depende de la medida de su entrega."
La gente entregada es la que Dios usa. Dios escogió a María para que fuera la madre
de Jesús, no porque fuera talentosa o rica o bella, sino porque estaba totalmente entregada a
El. Cuando el ángel le explicó el improbable plan de Dios, ella calmadamente respondió, "Soy
la sierva del Señor, y estoy dispuesta a aceptar lo que él quiera." 20 No hay nada más poderoso que
una vida entregada en las manos de Dios. "Por lo tanto, entréguense completamente a Dios." 21
La mejor manera de vivir. Eventualmente, todos nos entregamos a algo o a alguien. Si
no se entrega a Dios, se entregará a las opiniones o a las expectaciones de otros, al dinero, al
resentimiento, al temor o a su orgullo, a pasiones o a su ego. Usted fue diseñado para adorar
a Dios – y si falla en adorarle, se creará otras cosas (ídolos) a las que le dará su vida. Usted es
libre de escoger a qué se va a entregar, pero no es libre de las consecuencias de esa escogencia.
E. Stanley Jones dijo, "Si no se entrega a Cristo, se entrega al caos."
Entregarse no es la mejor manera de vivir; es la única manera de vivir. No hay ninguna
otra cosa que sirva. Cualquier otro método lo conducirá a la frustración, a la desilusión y a la
autodestrucción. Una traducción llama entregarse "el servicio razonable de ustedes." 22 Otra
versión traduce esto como "la manera más sensata de servir a Dios." 23 Entregar su vida no es
un tonto impulso emocional; es un acto inteligente y racional, es la cosa más responsable y
sensata que puede hacer con su vida. Por eso es que Pablo dijo, "Por lo tanto, hacemos nuestro
objetivo complacerle." 24 Los momentos más sabios de su vida serán aquellos en que usted diga
sí a Dios.
A veces toma años, pero eventualmente descubrirá que el mayor obstáculo a las bendiciones
de Dios para su vida no son otros, es usted mismo – su voluntad inflexible, su terco
orgullo y su ambición personal. No puede llevar a cabo los propósitos de Dios para su vida
mientras se enfoca en sus propios planes.
Si Dios va a hacer su obra más profunda en usted, El comenzará con esto. Por lo tanto,
déselo todo a Dios: sus remordimientos del pasado, sus problemas en el presente, sus ambiciones
para el futuro; sus temores, sus sueños, sus debilidades, sus hábitos, sus heridas y sus
defectos. Ponga a Jesucristo en el asiento de conductor de su vida y quite sus manos del volante.
No tenga miedo; nada bajo el control de El puede ponerse jamás fuera de control.
Cuando está bajo el dominio de Cristo, puede manejar cualquier cosa. Será como Pablo: "Estoy
listo para cualquier cosa y soy igual a cualquier cosa a través de él que me infunde fuerza interior
en mí; esto es, soy autosuficiente en la suficiencia de Cristo." 25
El momento de entrega de Pablo ocurrió en el camino a Damasco, después que fue tirado
al suelo por una luz cegadora. Con otros, Dios usa métodos menos drásticos para captar
su atención. Sin importar cómo, entregarse no es nunca un evento que ocurre una sola vez.
Pablo dijo, "Muero diario." 26 Hay un momento de entrega y hay una práctica de la entrega, la
cual es de momento a momento y dura toda la vida. El problema con un sacrificio vivo es que
se puede bajar del altar y por eso es que puede que tenga que entregar su vida cincuenta veces al día. Tiene que hacerlo un hábito diario. Jesús dijo, "Si alguien me quiere seguir, tiene que
renunciar a las cosas que quiere. Tiene que estar dispuesto a entregar su vida a diario para seguirme." 27
Le advierto: cuando decide vivir una vida totalmente entregada, su decisión será probada.
Algunas veces significará hacer tareas inconvenientes, impopulares, costosas o aparentemente
imposibles. Muy a menudo significará lo opuesto de lo que tiene ganas de hacer.
Uno de los grandes líderes del siglo veinte fue Bill Bright, el fundador de Campus
Crusade for Christ (Cruzada Estudiantil para Cristo). A través de los miembros de Cruzada
Estudiantil por todo el mundo, las Cuatro Leyes Espirituales y la película "Jesús" (que ha sido
vista por más de cuatro billones de personas), más de 150 millones de personas han venido a
Cristo y pasarán la eternidad en el cielo.
Una vez le pregunté a Bill, "¿Por qué Dios te usó y bendijo tanto tu vida?" El respondió,
"Cuando era joven, hice un trato con Dios. Literalmente lo escribí y firmé mi nombre al
final. Este decía, 'Desde hoy en adelante soy un esclavo de Jesucristo.'"
¿Ha firmado alguna vez un trato como ese con Dios? ¿O todavía está arguyendo y luchando
con Dios por Su derecho de hacer con su vida como le plazca? Ahora es su tiempo de
entregarse – a la gracia, al amor y la sabiduría de Dios.


Día Diez
Pensando En Mi Propósito
Un Punto Para Reflexionar: El corazón de la adoración es la entrega.
Un Versículo Para Recordar: "Entreguen su ser entero a él para ser usados para sus rectos propósitos."
Romanos 613b (CEV)
Una Pregunta Para Considerar: ¿Qué área de mi vida no le he querido dar a Dios?


Notas
1. 1 Juan 4: 9-10, 19.
2. Romanos 12: 1 (TEV).
3. Salmo 145: 9.
4. Salmo 139: 3.
5. Mateo 10: 30.
6. 1 Timoteo 6: 17b.
7. Jeremías 29: 11.
8. Salmo 86: 5.
9. Salmo 145: 8.
10. Romanos 5: 8 (NRSV).
11. Génesis 3: 5.
12. Lucas 5: 5 (NIV).
13. Salmo 37: 7a (GWT).
14. Mateo 6: 24.
15. Mateo 6: 21.
16. Marcos 14:36 (NLT).
17. Job 22: 21 (NLT).
18. Romanos 6: 17 (Msg).
19. Josué 5: 13-15.
20. Lucas 1: 38 (NLT).
21. Santiago 4: 7a (NCV).
22. Romanos 12: 1 (KJV).
23. Romanos 12: 1 (CEV).
24. 2 Corintios 5: 9 (NIV).
25. Filipenses 4: 13 (Amp).
26. 1 Corintios 15:51.
27. Lucas 9:23 (NCV).