¿Qué es tu vida?
Santiago 414b (NIV)
No vemos las cosas como son,
las vemos como somos.
Anaïs Nin
La manera en que ve su vida moldea su vida.
Cómo define la vida determina su destino. Su perspectiva influirá cómo invierte su
tiempo, gasta su dinero, usa sus talentos y valora sus relaciones.
Una de las mejores maneras para entender a alguien es preguntándole, "¿Qué es la
vida?" Descubrirá que hay tantas respuestas diferentes a ésa pregunta como hay personas. He
oído decir que la vida es un circo, un campo de minas, una montaña rusa, un rompecabezas,
una sinfonía, una jornada y un baile. Personas han dicho, "La vida es un carrusel: a veces
subes, a veces bajas y a veces sólo das vueltas y vueltas". O "La vida es una bicicleta de
carreras con cambios que nunca usas". O "La vida es un juego de cartas: tienes que jugar la
mano que te dan."
Si le preguntara cómo se imagina la vida, ¿qué imagen se le vendría a la mente? Esa
imagen es su metáfora de la vida. Es la perspectiva de la vida que usted tiene, consciente o
inconscientemente, en su mente. Es su propia descripción de cómo la vida funciona y qué
espera de ella. Las personas a menudo expresan las metáforas de sus vidas a través de su
forma de vestir, sus joyas, sus carros, sus peinados, las calcomanías en sus autos e incluso en
sus tatuajes.
Su tácita metáfora de la vida influye su vida más de lo que se percata. Determina sus
expectaciones, sus valores, sus relaciones, sus metas y sus prioridades. Por ejemplo, si piensa que la vida es una fiesta, su valor principal en la vida será divertirse. Si ve la vida como una
carrera, lo importante para usted será la velocidad y probablemente anda deprisa la mayor
parte del tiempo. Si ve la vida como un maratón, lo importante para usted será la
perseverancia. Si ve la vida como una batalla o un juego, ganar será muy importante para
usted.
¿Cómo ve usted la vida? Puede que esté basando su vida en una metáfora errada de la
vida. Para llevar a cabo los propósitos para los que Dios lo hizo, tendrá que retar la sabiduría
común y corriente y reemplazarla con las metáforas bíblicas de la vida. La Biblia dice, "No se
conformen a las normas de este mundo, sino que dejen que Dios los transforme internamente por medio
de un cambio completo de sus mentes. Entonces serán capaces de conocer la voluntad de Dios." 1
La Biblia nos ofrece tres metáforas que nos enseñan la perspectiva de Dios de la vida:
la vida es una prueba, la vida es un encargo y la vida es una función temporal. Estas ideas son la
fundación de la vida conducida por propósitos. Veremos las primeras dos metáforas en este
capítulo y la tercera en el siguiente.
La vida en la tierra es una Prueba. Esta metáfora de la vida se puede ver en las
historias dispersadas a lo largo de la Biblia. Dios continuamente prueba el carácter, la fe, la
obediencia, el amor, la integridad y la lealtad de las personas. Palabras como tribulaciones,
tentaciones, refinamiento y pruebas ocurren más de 200 veces en la Biblia. Dios probó a
Abraham cuando le pidió que ofreciera a su hijo Isaac. Dios probó a Jacob cuando él tuvo de
trabajar años extras para ganarse a Raquel como su esposa.
Adán y Eva no pasaron la prueba en el jardín del Edén y David falló las pruebas de
Dios en varias ocasiones. Pero la Biblia también nos da muchos ejemplos de personas que superaron
una gran prueba, tales como José, Rut, Esther y Daniel.
El carácter es tanto desarrollado como revelado mediante las pruebas, y la vida entera
es una prueba. Usted está siendo siempre probado. Dios observa constantemente cómo responde
a las personas, a los problemas, al éxito, al conflicto, a las enfermedades, a las
desilusiones ¡y aún al clima! El incluso observa hasta las acciones más comunes como cuando
le abre la puerta a otros, cuando recoge un pedazo de basura o cuando es cortés con el
empleado de la tienda o con la mesera.
No sabemos cuáles son todas las pruebas que Dios le dará, pero podemos pronosticar
alguna de ellas basados en la Biblia. Será probado por cambios drásticos, por promesas
incumplidas, por problemas imposibles, por oraciones no contestadas, por crítica inmerecida
e incluso por tragedias sin sentido. En mi propia vida he notado que Dios prueba mi fe a
través de problemas, prueba mi esperanza a través de cómo manejo mis posesiones y prueba
mi amor a través de las personas.
Una prueba muy importante es cómo actúa cuando no puede sentir la presencia de
Dios en su vida. Algunas veces Dios se aleja intencionalmente y no lo sentimos cerca. Un rey llamado Ezequías experimentó esta prueba. La Biblia dice, "Dios se alejó de Ezequías para
probarlo y para ver qué había realmente en su corazón." 2 Ezequías había disfrutado de una
comunión muy íntima con Dios. Pero en un momento crucial de su vida, Dios lo dejó solo
para probar su carácter, para revelar una debilidad y para prepararlo para más
responsabilidades.
Cuando entiende que la vida es una prueba, entonces se da cuenta que nada es insignificante
en su vida. Hasta el menor incidente tiene importancia para el desarrollo de su carácter.
Cada día es un día importante y cada segundo es una oportunidad de crecimiento para
profundizar su carácter, para demostrar amor o para depender de Dios. Algunas pruebas
parecen abrumadoras, mientras que otras ni siquiera las nota. Pero todas tienen
repercusiones eternas.
Las Buenas Nuevas es que Dios quiere que supere las pruebas de la vida, y, por lo
tanto, El nunca permite que las pruebas que enfrente sean mayores que la gracia que El le da
para manejarlas. La Biblia dice, "Dios cumple su promesa, y él no permitirá que sean probados más
allá del poder que tienen para permanecer firmes; en el momento en que sean puestos a la prueba, él les
dará la fuerza para perseverar y así proveerles con una salida." 3
Cada vez que supera una prueba, Dios lo nota y hace planes para recompensarlo en la
eternidad. Santiago dice, "Benditos son aquellos que perseveran cuando son probados. Cuando pasen
la prueba recibirán la corona de la vida que Dios ha prometido a aquellos que lo aman." 4
La vida en la tierra es un Encargo. Esta es la segunda metáfora bíblica de la vida.
Nuestro tiempo en la tierra y nuestra energía, inteligencia, oportunidades, relaciones y recursos
son todos dones de Dios que El ha confiado a nuestro cuidado y administración. Somos
administradores de todo lo que Dios nos ha dado. Este concepto de administración comienza
con el reconocimiento de que Dios es el dueño de todo. La Biblia dice, "El mundo y todo lo que
hay en él, le pertenece al Señor; la tierra y todos los que viven en ella son de él." 5
En realidad nunca somos dueños de nada durante nuestra breve estadía en la tierra.
Dios sólo nos presta la tierra mientras estamos aquí. Era propiedad de Dios antes que usted
llegara y Dios se la prestará a otro, después que usted muera. A usted sólo se le deja que la
disfrute por un rato.
Cuando Dios creó a Adán y Eva, El les encargó el cuidado de su creación y los nombró
encargados de su propiedad. La Biblia dice, "El [Dios] los bendijo y les dijo, 'Tengan muchos
hijos, para que los descendientes de ustedes vivan por toda la tierra y la pongan bajo su control. Los
estoy poniendo a ustedes de encargados.'" 6
El primer trabajo que Dios le dio a los humanos fue el de administrar y de cuidar las
posesiones de Dios en la tierra. Esta función jamás ha sido cancelada. Hoy es una parte de
nuestro propósito. Todo lo que disfrutamos ha de ser tratado como un encargo que Dios ha
puesto en nuestras manos. La Biblia dice, "¿Qué tienes que Dios no te haya dado? Y si todo lo que tienes viene de Dios, ¿por qué presumes como si hubieras logrado algo por ti mismo?" 7
Unos años atrás, una pareja dejó que mi esposa y yo usáramos su bello hogar enfrente
de la playa, para unas vacaciones. Fue una experiencia que nunca hubiéramos podido pagar,
y la disfrutamos inmensamente. Ellos nos dijeron, "Úsenla como si fuera de ustedes" ¡y así la
usamos! Nadamos en la piscina, nos comimos la comida que había en el refrigerador, usamos
las toallas y los platos ¡y hasta brincamos en las camas por pura diversión! Pero sabíamos
todo el tiempo que no era en realidad de nosotros, y por lo tanto, le dimos un cuidado especial
a todo. Disfrutamos de los beneficios de usar ese hogar sin ser sus dueños.
Nuestra cultura nos dice, "Si no eres el dueño, no lo cuidarás." Pero los cristianos viven
con un estándar más alto: "Porque Dios es el dueño, tengo que darle el mejor cuidado que
pueda." La Biblia dice, "Aquellos que se les ha confiado con algo valioso tienen que demostrar que
son dignos de esa confianza." 8 Muy a menudo Jesús se refirió a la vida como un encargo y contó
muchas historias para ilustrar esta responsabilidad hacia Dios. En la historia de los talentos, 9
un hombre de negocios encarga sus riquezas al cuidado de sus sirvientes mientras está
ausente. Cuando regresa, él evalúa la responsabilidad de cada sirviente y los recompensa
equitativamente. El dueño dice, "¡Bien hecho siervo bueno y fiel! Has sido fiel con unas pocas cosas;
te pondré a cargo de muchas cosas. Ven y comparte la felicidad de tu señor." 10
Al final de su vida en la tierra será evaluado y recompensado de acuerdo a qué tan
bien manejó lo que Dios le encargó. Esto significa que todas sus acciones, aún los simples
quehaceres, tienen repercusiones eternas. Si usted trata todo como un encargo, Dios promete
tres recompensas en la eternidad. Primero, se le dará la afirmación de Dios: El le dirá, "¡Buen
trabajo! ¡Bien hecho!" Después, recibirá una promoción y se le dará mayor responsabilidad en
la eternidad: "Te pondré a cargo de muchas cosas." Y por último, será honrado con una
celebración: "Ven y comparte la felicidad de tu Señor."
La mayoría de la gente falla en darse cuenta que el dinero es tanto una prueba como
un encargo de Dios. Dios usa las finanzas para enseñarnos a confiar en El; y para muchas
personas, el dinero es la mayor prueba de todas. Dios observa detenidamente cómo usamos
el dinero para probar qué tan dignos de confianza somos. La Biblia dice, "Si no son dignos de
confianza con las riquezas terrenales, ¿quién les confiará con las verdaderas riquezas del cielo?" 11
Esta es una verdad muy importante. Dios dice que hay una relación directa entre
cómo uso mi dinero y la calidad de mi vida espiritual. Cómo manejo mi dinero ("las riquezas
terrenales") determina cuánto Dios puede confiarme con bendiciones espirituales ("las
verdaderas riquezas"). Permítame preguntarle: ¿Es la manera en que usted maneja su dinero un
obstáculo que previene a Dios de que haga más en su vida? ¿Puede usted ser confiado con las
riquezas espirituales?
Jesús dijo, "A todo aquel que se le ha dado mucho, mucho se le exigirá; y al que se le ha
confiado con mucho, aún más se le pedirá." 12 La vida es una prueba y un encargo, y cuanto más Dios le da, más responsable El espera que usted sea.
Día Cinco
Pensando En Mi Propósito
Un Punto Para Reflexionar: La vida es una prueba y un encargo.
Un Versículo Para Memorizar: "A menos que seas fiel en los asuntos pequeños, no serás fiel en los
grandes." Lucas 1610a (NLT)
Una Pregunta Para Considerar: ¿Qué me ha pasado recientemente que ahora me doy cuenta
que era una prueba de Dios? ¿Cuáles son las cosas mayores que Dios me ha dado de
encargo?
Notas
1. Romanos 12: 2 (TEV).
2. 2 Crónicas 32: 31 (NLT).
3. 1 Corintios 10: 13 (TEV).
4. Santiago 1: 12 (GWT).
5. Salmo 24: 1 (TEV).
6. Génesis 1: 28 (TEV).
7. 1 Corintios 4: 7b (NLT).
8. 1 Corintios 4: 2 (NCV).
9. Mateo 25: 14-29.
10. Mateo 25: 21 (NIV).
11. Lucas 16: 11 (NLT).
12. Lucas 12: 48b (NIV).
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