lunes, 27 de febrero de 2012
¿Quién toca a la puerta?
“Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos” Apocalipsis 3:20 DHH
Dios quiere cenar con usted.
Aun recuerdo cuando por primera vez fui a cenar a casa de la que ahora es mi esposa, en ese tiempo éramos novios y aun no conocía a sus padres, recuerdo que estaba muy nervioso. Al sentarme a la mesa, mi suegra se esmeró en atenderme con cariño, vi su dedicación en cada detalle. Con mi suegro hablamos de diferentes temas, nos reímos y platicamos un buen rato. Después de un tiempo me sentí muy cómodo, sin nervios, me sentí aceptado.
Algun día yo estaré recibiendo en una cena a los futuros esposos y esposas de mis hijos, se que va a ser duro cuando llegue ese momento, pero confío en que Dios ya tiene previsto ese instante y las personas adecuadas.
Desde el comienzo de los tiempos, Dios ha preparado el momento en que Cristo golpee su puerta. Ese instante crucial en la vida de todo creyente en que escuchara la voz de Dios llamando y le abre la puerta de su corazón. La Biblia lo describe así: “Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos” Apocalipsis 3:20 DHH.
En un mundo lleno de “ruidos” es difícil distinguir cuando alguien nos llama, más aun cuando no estamos atentos. Dios quiere tener una relación permanente con usted, no quiere ser un visitante de paso en nuestras vidas. La Biblia dice: “Después me harán un santuario, para que yo habite entre ustedes” Éxodo 25:8 NVI.
Ese santuario al que se refiere este pasaje bíblico simboliza su corazón. ¿Está usted atento a quien llama a la puerta?. Es probable que por alguna razón usted no quiera abrir. Tal vez piense que quien llama viene a quitarle algo importante para usted. Todo lo contrario. En 2 Corintios 6:13 podemos leer: “Les ruego por lo tanto, como un padre ruega a sus hijos, queme abran su corazón, como yo lo he hecho con ustedes” (DHH).
Dios no va a tirar ninguna puerta para entrar, él es paciente y amable por naturaleza. “Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo” Eclesiastés 3:1 BLA.
Hable con su pastor de este tema.
¿Ha escuchado la voz de Dios llamando?
¿Lo está usted haciendo esperar?
Por Andrés Contardo
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