miércoles, 6 de junio de 2012

Venza el sentimiento de incompetencia

Leer | 2 CORINTIOS 2.14-17 Aninguna persona le agrada experimentar sentimientos de incompetencia, pero debemos aprender a manejarlos, ya que nadie puede evitarlos de forma permanente. Pero, lamentablemente, hay quienes piensan que son incapaces de dar la talla. Para algunos, esto puede deberse a experiencias de la infancia que afectaron negativamente su autoestima. Para otros, el problema radica en fracasos en el trabajo, relaciones interpersonales, matrimonio, crianza de los hijos, etc. El aspecto que Pablo trata en el pasaje de hoy es nuestra vida cristiana. Hace una pregunta que apunta a una inseguridad común: "Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?" (v. 16). ¿Alguna vez ha evitado usted servir al Señor en maneras que desafían su agradable rutina? Si es así, probablemente ha desaprovechado una gran oportunidad para vencer los sentimientos de insuficiencia. Él ha prometido llevarnos "en triunfo en Cristo Jesús" (v. 14), pero a menos que le creamos a Él y demos un paso de fe, jamás experimentaremos la vida que Él ha pensado para nosotros. Sentirse incompetente no es pecado, pero utilizarlo como excusa sí lo es. Cuando el Señor le desafíe a hacer algo que usted sienta que está más allá de sus capacidades, tiene dos opciones: poner su mirada en Cristo y seguir adelante en victoria, o centrarse en sí mismo y retirarse en derrota. Es, en realidad, una cuestión de fe. Dios nunca le pediría que hiciera algo sin capacitarle. Esto no significa necesariamente que usted lo hará de manera perfecta, pero cada paso de obediencia es una victoria. La alternativa es jugar a lo seguro, pero entonces se perderá de lo mejor que tiene Dios para su vida.

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