Y mis mandamientos guardares dentro de ti,
Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;
Si inclinares tu corazón a la prudencia,
Si inclinares tu corazón a la prudencia,
Si clamares a la inteligencia,
Y a la prudencia dieres tu voz;
Y a la prudencia dieres tu voz;
Si como a la plata la buscares,
Y la escudriñares como a tesoros,
Y la escudriñares como a tesoros,
Entonces entenderás el temor de Jehová,
Y hallarás el conocimiento de Dios.
Y hallarás el conocimiento de Dios.
Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia"
Proverbios 2:1-6
En algún
momento, todos nos hemos sentido confundidos, indecisos o desorientados.
Podemos vivir victoriosa y confiadamente solo cuando tenemos la capacidad de
ver la vida desde la perspectiva de Dios. Necesitamos su ayuda para poder
distinguir entre el bien y el mal, lo bueno y lo mejor, y la verdad y el error.
Cada día
tomamos muchas decisiones, algunas triviales y otras importantes. El Señor no
quiere que nos formemos juicios basándonos en simples apariencias o en el
limitado razonamiento humano. Dios desea que veamos la realidad de cada
situación tal como Él la ve. También podemos confiarle al Señor nuestras
relaciones. Puesto que Él conoce el corazón de cada persona, la única manera
que tenemos de relacionarnos sabiamente con otros es siendo sensibles a la
dirección del Espíritu Santo que mora en nosotros.
Aunque Dios
da a cada uno de sus hijos la capacidad de tener discernimiento espiritual,
muchos cristianos ignoran esto. Se mueven a ciegas por la vida haciendo lo
mejor que pueden, pero no utilizan esta maravillosa ayuda. Otros no creen que
la necesitan. Toman decisiones de acuerdo con su propio saber y entender, sin
pensar para nada en el Señor. A menos que cooperemos con Dios en cuanto al
desarrollo de su maravilloso regalo del discernimiento, éste se mantendrá
inactivo en nosotros.
El
discernimiento comienza con una actitud dócil y humilde. Si usted ha estado
manejando sus decisiones, situaciones y relaciones usando su propio
razonamiento, arrepiéntase de esto ante Dios; pídale su perspectiva, y busque
dirección en su Palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario