Leer | LUCAS
9.57-62
2 de
febrero de 2013
Nuestro Padre
celestial tiene planes específicos para cada uno de sus hijos. Con ese
objetivo, ha hecho un triple llamamiento a la vida de cada creyente:
- Somos llamados a salvación en Jesús. Poner la fe en Cristo como nuestro Salvador da comienzo
a una relación personal con Él por medio del Espíritu Santo que mora en
nosotros. El Señor quiere que dejemos a un lado la carga de tratar de
ganar la salvación por nosotros mismos. Por el contrario, Él nos invita a
poner nuestra fe en Él, para que haga su obra de transformación en nosotros
(Mt 11.28, 29).
- Somos llamados a permanecer en Jesús. Es decir, a escucharle cuando nos habla por medio de
la Biblia; vivir en una dependencia cada vez mayor de Él; aprender a
conocerlo más íntimamente; y hacer uso de su poder para tener una vida
recta. Jesús nos llama a hacer que nuestra relación con Él sea lo más
importante en nuestra vida, y a permanecer en Él todos los días de nuestra
vida.
- Somos llamados a seguir a Jesús. Seguir a alguien requiere conocer su carácter, sus
planes, y cómo desea que los llevemos a cabo. La Biblia nos dice
claramente todo lo que necesitamos saber para vivir bajo la dirección de
Jesús. La evidencia de que lo estamos siguiendo se mostrará en la actitud,
conducta, carácter, conversación y relaciones que tengamos.
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