jueves, 31 de enero de 2013

Apoyarse en el Señor



Dios nos está llamando —a sus hijos— a aceptar ciertos riegos. Quiere que dejemos de ir a lo seguro, y dar un paso de obediencia. Aunque hacerlo crea incertidumbre en la vida, hay algunas cosas de las que podemos estar seguros.

  • Seremos desafiados. Ya sea mediante unas relaciones complejas, un trabajo difícil o unas situaciones que requerirán tener más fe, Dios nos ensanchará espiritualmente. Al aceptar riesgos podemos sentir dudas, indecisión y temores. O, podemos pensar que somos ineptos o incompetentes. Pero no son razones para decir “no” a una tarea que Dios nos dé, sino oportunidades para confiar en el Señor.
  • Podemos contar con la presencia del Señor. Es imposible que los creyentes vivan siquiera un día sin la presencia de Dios (He 13.5). La relación que tenemos con Él por medio de Jesucristo es permanente. El amor que nos tiene nuestro Padre celestial es firme y profundo, y sus promesas son seguras. Cuando Él nos pide que nos aventuremos a salir de nuestra agradable rutina, podemos obedecer porque Él está a nuestro lado.
  • El poder del Espíritu Santo está con nosotros. El Espíritu de Dios vive dentro de cada creyente, y nos da el poder para tener la victoria. Cuando desmayamos, Él nos fortalece. Cuando tropezamos, Él nos sostiene. Y cuando caemos, Él nos levanta.
¿Qué le está pidiendo Dios que haga, que representa un desafío para usted? Recuerde que cuando Él nos invita a que demos un paso de fe en medio de la incertidumbre y aceptamos los riesgos, podemos confiar en su presencia y en su poder para prepararnos.

Aceptar riesgos



A muchos cristianos no les gusta arriesgarse, y por eso reúnen la mayor cantidad de datos posibles y analizan las opciones antes de tomar cualquier decisión. Tenemos la tendencia a calificar los riesgos de “indeseables”, porque pueden terminar causándonos pérdidas y angustias; tememos los resultados no deseados, o a no alcanzar nuestros sueños. Tememos parecer tontos o incompetentes, incurrir en problemas financieros o enfrentar algún peligro físico. Desde el punto de vista humano, eliminar la incertidumbre tiene sentido.

Pero ¿qué piensa Dios? ¿Hay ocasiones en las que los cristianos deben aceptar riesgos? La respuesta es un “sí” rotundo, cuando es Él quien nos pide que dejemos nuestra agradable rutina. Desde el punto de vista del Señor, no hay ninguna incertidumbre, porque Él tiene el control de todas las cosas, y nunca dejará de llevar a cabo su buen propósito (Ef 1.11).

La Biblia nos cuenta de personas que aceptaron riesgos para obedecer al Señor. Una fue Ananías, a quien el Señor envió para ministrar al recién convertido Saulo. Ananías arriesgó su vida para obedecer. Otra fue Pablo, a quien se le dijo que predicara a los judíos el mismo evangelio al que él se había opuesto con tanta violencia. Al concentrarse en Dios, en su carácter y en sus promesas, ambos hombres obedecieron, pese a la incertidumbre, la duda y el temor.
La madurez espiritual es obstaculizada cuando el cristiano rehúsa obedecer a Dios. A veces, eso implica dejar lo que es seguro o habitual. ¿Qué riesgo le está llamando el Señor que acepte? Él jamás le fallará. Dé un paso de obediencia, y observe lo que Él hace para que su fe crezca más.

martes, 29 de enero de 2013

Para mantener el gozo


Leer | SALMO 40.16

29 de enero de 2013

Aunque algunas personas usan las palabras felicidad y gozo como sinónimos, hay una inmensa diferencia en su significado. La primera depende totalmente de las circunstancias. En cambio, el gozo es un regalo de Dios que hace posible que los creyentes encuentren paz y esperanza, incluso cuando la vida se les esté viniendo abajo.

Sin embargo, hay tiempos en que los cristianos viven sin gozo. Por supuesto, la conducta pecaminosa es una razón. Pero también puede haber otras razones, entre ellas el remordimiento por los errores del pasado, el temor a futuras calamidades, o un patrón de descontento arraigado en nuestra personalidad.

Si usted sigue a Jesús, pero carece de gozo, dedique un momento para recordar quién es Cristo, y quién es usted en Él. Para comenzar, tiene la salvación eterna, y su nombre está escrito en el libro de la vida del Cordero. El amor del todopoderoso es incondicional, y el Espíritu que mora en usted nunca le abandonará. Él sabe todo lo que usted enfrenta, y promete proveer para sus necesidades.

Si usted se detiene a pensar en las maravillosas bendiciones que tiene en Cristo, lo más probable es que la gratitud le abrumará. Es posible que todavía sienta tristeza por sus circunstancias, pero el gozo del Señor le sostendrá aun en medio del dolor más profundo.
¿Le sostiene el gozo del Señor, tanto en los buenos como en los malos tiempos? ¿O las pruebas le dejan sentimientos de desánimo y descontento? Nuestro Padre celestial nos ofrece la fortaleza para soportar. Recuerde siempre el inmenso tesoro que tiene en Él y en sus promesas.

lunes, 28 de enero de 2013

Destruir el temor con la verdad


Leer | JOSUÉ 1.6-8

28 de enero de 2013

El temor esclaviza. La ansiedad puede distorsionar toda nuestra perspectiva, hasta hacernos vivir con una sensación constante de desasosiego. Pero el temor no corresponde con los hijos del Dios vivo, quien ha prometido cuidar de nosotros y hacer que todas las cosas obren para nuestro bien. Si elegimos vivir con temor, entonces al final de la vida desearemos haber confiado más en Dios. En vez de vivir de una manera que nos lleve a lamentarnos después, podemos ser libres de nuestros temores ahora mismo.

  • Identifique sus temores específicos, y dispóngase a enfrentarlos. Se nos hará difícil entender nuestras ansiedades, si no reconocemos la raíz esencial de todo temor. Es cierto que existen muchas razones para sentir temor, pero en última instancia, la raíz de toda nuestra preocupación es la duda en cuanto a la soberanía de Dios. Él tiene el control de todas las cosas, y nosotros estamos bajo su poder, su auxilio y su protección cada momento de nuestra vida. Por tanto, el temor queda destruido ante la verdad del control omnipotente del Señor.
  • Enfóquese en el Señor, en vez del temor. Cuando entendemos que estamos en la mano de nuestro todopoderoso, omnisciente y amoroso Padre celestial, la decisión de reenfocarnos en Él se vuelve más fácil. Pero tenemos que tomar esta valiente decisión cada vez que enfrentemos sentimientos de ansiedad.
La forma más efectiva de vencer el temor es meditar en la Palabra de Dios. En tiempos de dificultades, debemos aferrarnos a las verdades de la Biblia. Cuando los pensamientos de Dios se vuelven parte de nuestra manera de pensar, el temor desaparece y la fe crece.

Martin Smith - Back To The Start (subtitulado español)