martes, 29 de enero de 2013

Para mantener el gozo


Leer | SALMO 40.16

29 de enero de 2013

Aunque algunas personas usan las palabras felicidad y gozo como sinónimos, hay una inmensa diferencia en su significado. La primera depende totalmente de las circunstancias. En cambio, el gozo es un regalo de Dios que hace posible que los creyentes encuentren paz y esperanza, incluso cuando la vida se les esté viniendo abajo.

Sin embargo, hay tiempos en que los cristianos viven sin gozo. Por supuesto, la conducta pecaminosa es una razón. Pero también puede haber otras razones, entre ellas el remordimiento por los errores del pasado, el temor a futuras calamidades, o un patrón de descontento arraigado en nuestra personalidad.

Si usted sigue a Jesús, pero carece de gozo, dedique un momento para recordar quién es Cristo, y quién es usted en Él. Para comenzar, tiene la salvación eterna, y su nombre está escrito en el libro de la vida del Cordero. El amor del todopoderoso es incondicional, y el Espíritu que mora en usted nunca le abandonará. Él sabe todo lo que usted enfrenta, y promete proveer para sus necesidades.

Si usted se detiene a pensar en las maravillosas bendiciones que tiene en Cristo, lo más probable es que la gratitud le abrumará. Es posible que todavía sienta tristeza por sus circunstancias, pero el gozo del Señor le sostendrá aun en medio del dolor más profundo.
¿Le sostiene el gozo del Señor, tanto en los buenos como en los malos tiempos? ¿O las pruebas le dejan sentimientos de desánimo y descontento? Nuestro Padre celestial nos ofrece la fortaleza para soportar. Recuerde siempre el inmenso tesoro que tiene en Él y en sus promesas.

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